Terminación de estudios, conclusión de una formación
inicial en educación preescolar. (1)
“…la
formación de los enseñantes es el problema clave dentro del sistema educativo,
… la manera en que se forman los enseñantes (de acuerdo a ciertos objetivos,
ciertos métodos, para ciertas prácticas, en qué sentido, etc.) ilustra y determina la orientación de la
escuela, …” (Ferry, 1990:11)[1]
La feminización de la profesión docente y mirada de género.
por Salvador Villarreal González
salvadorvglz@yahoo.com.mx
De la XXXIII Generación de la ENEP, generación 2008-2012, participé con
un grupo de alumnas y alumnos de 7º y 8º semestres escolares, 16 alumnos: 1
hombre y 15 mujeres. Apenas un décimo de la generación, o si se prefiere el
9.5% de dicha cohorte generacional.
De éste grupo, seis alumnas eran de reingreso, es decir, estuvieron
fuera de la ENEP el año anterior (ciclo escolar 2010-2011), unas pocas alumnas
por reprobación de asignatura y otras más por embarazo, parto y nacimiento de
su hijo. Los demás alumnos procedían directamente de su grado anterior.
Debemos recordar que en sus orígenes y hasta el siglo XIX, la educación
era una actividad preponderantemente masculina; sin embargo, después de la
segunda guerra mundial esta preponderancia masculina cambió y se observó más en
los niveles medio y superior; mientras que la preponderancia femenina aparece
dominante en los niveles de
inicial, preescolar y primaria, sobre todo.
Y
en efecto, la atención docente del nivel de educación preescolar se ha
caracterizado preferentemente por mujeres como docentes, y es parte de lo que
se ha denominado como la feminización de la profesión docente. Se tiene una idea de que la educación inicial y la
de preescolar es una continuidad o "extensión
de la maternidad" y por ello, se ha considerado como un empleo y profesión
"natural" para las mujeres, la identidad femenina queda
substancializada como “madre educadora”; y a la incorporación de hombres
siempre se le ha visto con reservas. Reservas en cuanto a su identidad
profesional, identificada con una educadora mujer, por un lado y, obviamente,
reservas en cuanto a su identidad y orientación sexual, por otro.
Sin embargo, en México desde 1982 inició la apertura oficial (porque era
promovida por las autoridades) de la incorporación de profesores al nivel de
educación preescolar, luego de una gran impulso de este nivel y una escasez de
maestras educadoras. Hubo oportunidad para que maestros sin plaza y realizando
estudios cortos complementarios podrían asumir este reto y obtener una posición
laboral en dicho nivel educativo. Simultáneamente, se inicia una Reforma de la
Educación Normal, recordemos que en 1984, durante el periodo de Miguel de la
Madrid, la Secretaría de Educación Pública, estableció el nivel académico de
Licenciatura en Educación Preescolar y Primaria, y generó un Nuevo Plan de
Estudios.
En México, al año 2000, casi
veinte años después de la apertura oficial del ingreso de docentes hombres al
nivel educativo de preescolar, las maestras frente a grupo representan en
preescolar el 99%, en primaria el 62% y en secundaria el 46% del total de
docentes frente a grupo (Macías,G
y González, M., 2012)[2]. Para el año 2002 estas cifras han cambiado:
preescolar 98.8%, en primaria 68% y en secundaria 50.2% (Instituto
Nacional de las Mujeres, 2004)[3].
Como lo señala el Comité
Mixto de Expertos de la OIT/UNESCO, sobre la Aplicación de las Recomendaciones
relativas al Personal Docente (2006:22) “Algunos países han notificado un aumento del porcentaje de
personal docente femenino y algunos están preocupados por la falta de personal
docente masculino en la educación preescolar y primaria. Sin embargo, en muchos
países sigue siendo necesario contratar profesoras en la enseñanza secundaria y
superior, y en algunas esferas que antes se consideraban típicamente
masculinas, como la física y las matemáticas. Además, sigue habiendo pocas
mujeres en puestos directivos y administrativos en las escuelas y las
instituciones de la enseñanza superior.”[4]
Aunque parezca no creible, es
muy complicado obtener estadísticas
oficiales con enfoque de género, o de la distribución por sexo del personal
docente, a nivel nacional e internacional.[5]
Ni la SEP tiene estadísticas públicas que reporten sistemáticamente el
indicador de género sexual entre el personal docente, si bien el registro de la
forma 911 de la SEP si cuenta con la desagregación por sexo del personal
docente al inicio de cursos. Sin embargo, la SEP en sus estadísticas públicas
sólo hace una distribución porcentual entre hombres y mujeres de los alumnos
totales por cada nivel educativo, pero no hace lo mismo con respecto al
personal docente, a éste personal lo trata sólo como un dato numérico absoluto.
Por otra parte, hay muy pocos
estudios en la perspectiva de género sobre el alumnado de escuelas normales. En
este sentido, para Verónica
Alejandra Lizama Muñoz (2009), las últimas investigaciones advierten que,
al menos en Chile, la Formación Docente Inicial "no aborda con seriedad
profesional" las problemáticas de género, ni "con suficiente
profundidad" los procesos de construcción de las identidades y opciones
sexuales. Como también, explicitan que los/las estudiantes de pedagogía poseen
escasos conocimientos sobre desarrollo, anatomía y fisiología de los órganos
sexuales primarios y secundarios, y que en el caso de las mujeres éste
desconocimiento es mayor.”[6] No estoy diciendo
que esto sea igual entre los estudiantes normalistas en México, pero no hay
estudios suficientes porque resultan aún temas tabues, y más un reto en la
actual formación de profesores[7].
Sin embargo, hay estudios muy
interesantes, como el de Mercedes
Palencia Villa sobre las representaciones sociales que se generan cuando
ingresan hombres en este nivel educativo y cómo se establecen las relaciones de
género en el preescolar[8].
Sin embargo, los estudios en
la perspectiva de género se han centrado en mostrar cómo los hombres que
participan en carreras o campos laborales femeninos ocupan lugares
privilegiados, que reciben mayores consideraciones y logran facilmente ocupar
cargos de autoridad o directivos más que las propias mujeres, más en la línea
feminista del sexo-poder.[9]
Pero se necesitan también además estudios en la línea de sexo-género, que
permita capturar las diferencias en lo que logran realizar y su impacto en los
niños al estar con un modelo distinto de relación, con un adulto distinto a sus
padres y familiars, como los estudios de
Macías, G. y González, M. (2012) [10].
A la edad de preescolar, es decir desde los 3 años, “el niño parece
imitar las conductas sexuales estereotipadas según sexo y las actitudes
modeladas por los adultos, compañeros y personajes de la televisión en su
ambiente.” (Meece, 2000: 276)[11]. Y cuando algún niño no asume las conductas típicas
de su sexo puede ser objeto de burla, rechazo y represiones por parte de
adultos y de sus propios compañeros y pares.
Así por ejemplo, en una Vista de Asesoría a una alumna practicante, en
un grupo de segundo año de preescolar, con 28 niños: 19 niñas y 9 niños.
Observo que en una actividad donde se encuentran pintando con “pinturas de
agua” un avión de papel previamente elaborado por ellos; un niño colorea todo
su avión en color rosa y al mostrarlo a sus compañeros y compañeras, éstos
exclaman al verlo: “De rosa…?!”, y a coro dos niños y dos niñas corean: “¡eres
niña! ”, “¡eres niña!”, “eres… niña…”. Todas las demás niñas y niños del grupo
se voltean a ver lo sucedido, hay risas en algunas mesas. El niño se sorprende,
se avergüenza, se voltea y casi llorando se dirige con la maestra.
Por ello, el docente tiene una responsabilidad en este replanteamiento
de la formación en la identidad de género, dentro del proceso de
desarrollo de identidad personal sexual,
es fundamental, como nos lo recuerdan Freixas y Fuentes-Guerra, (1986):
“EI
profesorado conoce la existencia de actitudes y sutilezas diferenciadoras
respecto a los sexos, pero no sabe establecer en qué aspectos de su acción
docente se manifiestan, sintiéndose, por tanto, poco responsable de unos hechos
que considera sociales, culturales, con toda la indefinición que estos términos
poseen; sin conocer, ni plantearse, cuál sería la acción individual necesaria
para que esta situación se modifique .”
Afortunadamente la SEP ha asumido este asunto y publicó : El enfoque
de género, una perspectiva necesaria en la reforma curricular de la educación
inicial y preescolar (SEP, 2004) como un complemento a la reforma del nivel
(Programa de Educación Preescolar 2004) y considerar este aspecto relevante ha
ser tratado por las educadoras desde este nivel educativo[12]. En el 2009, la SEP en vinculación con la UNAM publican: Equidad de género
y prevención de la violencia en preescolar[13].
Ciertamente que centrándose en el problema de la violencia por género y de cómo
resolver los conflictos entre pares.
Por otra parte, hay pocos estudios sobre las
orientaciones sexuales de los alumnos[14]
en educación superior[15],
en particular de la educación normalista o formación inicial docente. Asimismo,
hay menos estudios con enfoque de género y sobre las orientaciones sexuales de
los docentes en servicio.
Como señala Verónica Lizana
Muñoz (2009)[16],
hay una relación invisible entre la
profesión docente y las perspectivas de género, porque los docentes
generalmente “reproducen” los propios estereotipos sociales y culturales que
ellos mismos constituyeron como docentes durante su proceso de formación
inicial. Pero también son “actores claves en los procesos de transformación de
los estereotipos sexistas, clasistas y étnicos, que se "enseñan y
aprenden" en las instituciones educativas”, siempre y cuando haya un
proceso de estudio formal y consciente sobre perspectiva de género en su
formación curricular, para que los estudiantes reflexionen
sobre los temas correspondientes en su formación inicial.[17]
De acuerdo con algunos
teóricos, la diversidad sexual abarca las sexualidades “plurales, polimorfas y
placenteras” como la homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad y el
transgénero (travestis y transexuales), ya sea como identidades esencializadas
o como prácticas sexuales sin carácter identitario (Weeks, 2000)[18].
En México las comunidades de la diversidad sexual se autoidentifican con las
siglas LGBT, que incluyen a los
grupos de lesbianas, homosexuals o gay, bisexuales, transexuales, travestis y
transgéneros.
Hay un estudio mexicano
realizado por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación
(2007)[19] que resulta importante porque aborda definiciones y
posiciones políticas sobre este asunto de la diversidad sexual, y parte de un
principio político democrático liberal que implica la aceptación de la
pluralidad de las distintas formas de vida, incluyendo la vida sexual; es
importante además, porque el asunto se aborda no sólo desde una posición
histórica sino analizando un contexto histórico social específico ubicado en
México como país, y retoma los resultados de la Encuesta sobre sexo, realizada
en México por la empresa Consulta Mitofsky. Así como la Encuesta Nacional sobre Discriminación en México
Un
estudio interesante porque se centra sobre el homosexualismo en mujeres
universitarias es el de Roberto Daniel Doña, Adriana Alejandra García, Sara
Verónica Fasulo, y María Pedernera, titulado
justamente: “Homosexualidad
en mujeres estudiantes universitaria” . Sin embargo, se trata de mujeres de
otro país y cultura, de mujeres argentinas. Entre sus principales resultados
están : una edad de inicio de las relaciones sexuales de 17,74 ± 2,5 años. El
90% solteras, el 6,5% casadas y el 0,77 % separadas. El 2,3% tiene orientación
homosexual y el 1,5% lo declara. No se encontraron bisexuales, solo el 0,8%
tiene otra orientación sexual. El 8,5% del total ha tenido alguna experiencia
homosexual.[20]
Un estudio
interesante realizado en jóvenes universitarios mexicanos es el de Elena Cañizo
Gómez y Fernando Salinas Quiroz (2010), con el título. “Conductas
sexuales alternas y permisividad en jóvenes universitarios”. Pero sin el
enfoque de género propiamente.[21]
Otro estudio importante que plantea el desarrollo y
avance de la investigación sobre sexualidad en México y las perpectivas
teórico-metodológicas en su abordaje es el de Salvador Cruz Sierra (2007) Los estudios sobre sexualidad en México. Hay un antecedente a este
trabajo que es justamente, “Sexualidades diversas: Aproximaciones para su
análisis”, de
Gloria Careaga y Salvador Cruz (coordinadores) (2004)[22], realizado dentro del Programa
Universitario de Estudios de Género, de la UNAM; y nos presentan un “estado del
arte” sobre la diversidad sexual, y la amplitud de sus significados en el
contexto de México.
Amnistía Internacional (AI),
como organismo internacional que promueve los Derechos Humanos, considera que:
“La orientación sexual y la identidad de género son características de la
personalidad humana. Por ello, el
derecho a vivir libremente la propia orientación sexual o identidad de género y
a expresarlas sin temor son derechos humanos en el más pleno sentido de la
palabra. Por esta razón, lesbianas, gays, bisexuales y personas transgénero no
pueden ser objeto de discriminación o abuso por no responder a los estereotipos
de género.” (AI,
2009:2) [23]
La Internacional de la
Educación es una organización sindical mundial de personal de la educación,
integrada por 29 millones de miembros que representan todos los sectores de la
educación, desde el nivel educativo del preescolar al universitario, a través
de sus 348 organizaciones en 166 países miembros.[24] En el Segundo
Congreso Mundial de la Internacional de la Educación, reunido en Washington
D.C. (Estados Unidos) del 25 al 29 de julio de 1998, se trató el asunto de: Resolución
sobre la protección de los derechos de los docentes homosexuales y lesbianas.[25]
Además en el 2007 elabora otro documento muy importante titulado: Los
Derechos de los Docentes y Personal de la Educación Lesbianas y Gays.
Informe Trienal 2004-2007[26]
Por su parte, la Organización
Internacional del Trabajo [OIT] hace suyas las resoluciones del Segundo
Congreso Mundial de la Internacional de la Educación
de 1998. Y en el año
2008, emite el documento: La protección de los derechos de los docentes
homosexuales y lesbianas. [27]
Además, la UNESCO ha señalado
que “El acoso homófobo es un problema universal. Constituye una violación de
los derechos de docentes y estudiantes y es también un obstáculo para la
consecución de una educación de calidad para todos. La UNESCO reconoce la
magnitud del problema que plantea el acoso homófobo y se ha comprometido a erradicar
todas las modalidades de discriminación y violencia por razones de género que
se ejercen en los centros de estudios. Y lo planteó en un documento titulado: Good Policy and
Practice in HIV and Health Education – Booklet 8: Education Sector Responses to
Homophobic Bullying.[28]
Hasta la OCDE ha revisado el
asunto; claro que tratando de saber
“el costo de la homofobia”. Para ello realizó un simposio el día 30 de
mayo de 2012 (la idea era realizarlo el 17 de mayo, Día Internacional Contra la
Homofobia y la Transfobia), Symposium:
The Cost of Homophobia, porque la homofobia tiene un costo, no sólo para las
víctimas homosexuales de la discriminación, sino también para toda la sociedad.
En el trabajo, la estigmatización de los gays y las lesbianas corroe su
potencial y la creatividad, por lo que disminuye el valor y la productividad de
los trabajadores de la empresa; por ello se debe seguir avanzando en la lucha
contra la discriminación para alcanzar una sociedad más productiva, libre y
justa.
[1] Ferry, Gilles (1990) El trayecto de la formación.
Los enseñantes entre la teoría y la práctica. México,
UNAM-ENEP-Iztacala-Paidós.
[2]
Macías, G. y
González, M. (2012)
Equilibrio de género docente en preescolar, contexto escolar y sus
implicaciones en el desarrollo de competencias en el alumnado. Disponible en: http://www.revistaeducarnos.com/art%C3%ADculos/educación/equilibrio-de-género-docente-en-preescolar-contexto-escolar-y-sus-implicaciones-en-el-desarrollo-de
[3]
Instituto
Nacional de las Mujeres (2004) El enfoque de género en la producción de
estadísticas educativas en México. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100597.pdf
[4]
Comité Mixto
de Expertos OIT/UNESCO, sobre la Aplicación de las Recomendaciones relativas
al Personal Docente, 2006, p.22 Disponible en:
[5]
CONMUJER/UNIFEM/INEGI et al. (2000) El enfoque de género en la
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información. Disponible en: http://www.undp.org.mx/IMG/pdf/100088-2.pdf
[6]
Lizana, V.
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Disponible en: http://www.redalyc.org/redalyc/pdf/551/55114063006.pdf
Lizana, V. (2007)
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[7]
Freixas, A.
y Fuentes-Guerra, I. (1994) La Reflexión sobre el Sistema Sexo/Género. Un Reto
en la Actual Formación del Profesorado. Revista de Educación. No. 304
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[8]
Palencia, M. (2000) Espacios e Identidades:
Ingreso de profesores a Preescolar. La ventana, No. 12. P. 147-176. Disponible
en :
[9] Palencia, M.
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[10]
Macías, G. y
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[11]
Meece, J. L. (2000). Desarrollo del niño y del
adolescente, compendio para educadores en
la Biblioteca para la Actualización del Maestro; México: Dirección General de
Materiales y Métodos Educativos de la Subsecretaría de Educación Básica y
Normal, SEP-McGraw-Hill.
[12] SEP (2004) El enfoque de género, una perspectiva necesaria
en la reforma curricular de la educación inicial y preescolar. Disponible en: http://cedoc.inmujeres.gob.mx/documentos_download/100606.pdf
[13] SEP (2009) Equidad de género y prevención de la violencia
en preescolar. Disponible en: http://www.sep.gob.mx/work/appsite/equidad/equidad.pdf
[14]
Un estudio interesante sobre actitudes hacia la
homosexualidad en adolescentes realizado en la ciudad de Madrid durante el ciclo
escolar 1996-1997 por Félix Gª-Villanova
Zurita (Psicólogo Clínico) y
Leonardo Fernández Jambrina (Físico-Matemático): Investigación sobre las Actitudes
hacia la Homosexualidad en la Población Adolescente Escolarizada de la Comunidad
de Madrid. Disponible en:
Otro estudio es el de Guadalupe
Molina Zappino/ Mónica María Maldonado Aldonado. “El caso de alumnos gay en la
escuela secundaria. Un analizador de situaciones de conflicto.” En: X Congreso Nacional de Investigación
Educativa. Área 17: Convivencia, disciplina y violencia en las escuelas. 21 al
25 de Septiembre de 2009. Veracrúz, México. Disponible en: http://www.comie.org.mx/congreso/memoriaelectronica/v10/pdf/area_tematica_17/ponencias/0842-F.pdf
[15]
García-Vega E., Fernández, P. y Rico, R. (2005)
Género y sexo como variables moduladoras del comportamiento sexual en jóvenes
universitarios. Psicothema 2005. Vol. 17, nº 1, pp. 49-56. Disponible en: http://www.psicothema.com/pdf/3063.pdf
Otro estudio interesante
es: Campo Cantore, Karen; Rodríguez, María Gabriela;
Trías, Lucila.(2008) Actitudes de los estudiantes universitarios hacia la
homosexualidad. Rev. psicol. - Esc. Psicol. Univ. Cent. Venezuela.,
Caracas, v. 27, n. 2, dez. 2008 . Disponible en: http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-09232008000200006&lng=pt&nrm=iso
Otro estudio interesante
es: Víctor Andrés García-Belaúnde Velarde (2005) Actitudes
sexuales en adolescentes universitarios.Tesis para obtener el título de
Licenciado en Psicología. Facultad de Psicología. Universidad de Lima.
Disponible en:
[16]
Lizana, V.
(2009) Representaciones sociales sobre heterosexualidad y homosexualidad de
los/las estudiantes de Pedagogía en los contextos de Formación Docente Inicial. Estudios
Pedagógicos XXXV, N° 1: 117-138, 2009. Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-07052009000100007&script=sci_arttext
[17]
Lizana, V. (2008)
Representaciones socials sobre feminidad de los/las estudantes de Pedagogía, en
los contextos de Formación Inicial. Estudios Pedagógicos XXXIV, N° 2: 115-136.
Disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-07052008000200007&script=sci_arttext
[18]
Weeks, J.
(2002). ¿Héroes caídos? Todo sobre los hombres. En J. M. Cortés (Ed.): Héroes caídos:
Masculinidad y representación (pp. 132-195). Valencia (España): Espai D’Art
Contemporani de Castello.
[19]
Consejo
Nacional para Prevenir la Discriminación (2007) La diversidad sexual y los
retos de igualdad y la inclusión. México. Disponible en :
[20] Daniel, R. y et
al. (2006) Homosexualidad en mujeres estudiantes universitaria. Fundamentos en humanidades, Nº. 13-14, 2006 , págs. 169-181. Disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2309510
[21] Cañizo, E. y
Salinas, F. (2010) Conductas sexuales alternas y permisividad en jóvenes
universitarios. ENSEÑANZA
E INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA
VOL. 15, NUM. 2: 285-309 JULIO-DICIEMBRE, 2010 . Universidad Iberoamericana. Disponible en:
[22] Careaga, G. y Cruz, S. (coord.) (2004) Sexualidades
diversas: Aproximaciones para su análisis. Disponible en:
[23]
Amnistía
Internacional (2009) Derechos humanos y diversidad afectivo-sexual. Al Derecho
y al Reves. Materiales para la educación en Derechos Humanos. 2. Disponible en: http://www.es.amnesty.org/uploads/media/msx-educadores.pdf
[25] Internacional de
la Educación (1998) Resolución sobre la protección de los derechos de los
docentes homosexuales y lesbiana. Segundo Congreso Mundial Disponible en:
[26] Internacional de la Educación (2007) Los
Derechos de los Docentes y Personal de la Educación Lesbianas y Gays.
Informe Trienal 2004-2007. Disponible en:
Internacionl de la Educación (2011) Informe Cuadrienal sobre los
Derechos de Docentes y del Personal Educativo Lesbianas y Gays. En: 6º Congreso
Mundial de la Internacional de la Educación \ Ciudad del Cabo \ 18-26 de julio
de 2011. Disponible en:
http://download.eiie.org/Docs/WebDepot/CongressBook2B_ProgressReports_Spanish_July08_web.pdf
[27] OIT (2008) La protección de los derechos
de los docentes homosexuales y lesbianas. Disponible en: http://www.oit.org.pe/index.php?option=com_content&view=article&id=1811:la-proteccie-los-derechos-de-los-docentes-homosexuales-y-lesbianas&catid=246:polcas-edob&Itemid=1371
[28] UNESCO (2012) Good Policy and Practice in
HIV and Health Education – Booklet 8: Education Sector Responses to Homophobic
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http://unesdoc.unesco.org/images/0021/002164/216493e.pdf