jueves, 12 de mayo de 2016

LOS MAPAS CONCEPTUALES COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE Y ESTRATEGIA DIDÁCTICA


LOS MAPAS CONCEPTUALES COMO HERRAMIENTA DE APRENDIZAJE Y ESTRATEGIA DIDÁCTICA

Salvador Villarreal González
(profesor de la ENEP)
salvadorvglz@yahoo.com.mx
3 de Octubre de 2010
Saltillo, Coahuila


Los mapas conceptuales (MC) son conocidos como herramientas para apoyar el aprendizaje de los estudiantes; en nuestra escuela Normal de Educación Preescolar  son revisados como técnica de estudio y aprendizaje en la asignatura de Estrategias para el Estudio y la Comunicación I[1], algunos profesores hemos incorporado el uso pedagógico de los mapas conceptuales (ideas centrales en conceptos y sus relaciones) sustituyendo o promoviendolo más que el reprote de lectura y la presentación tradicional de clase en PowerPoint (ideas centrales en texto).

El mapa conceptual fue creado por Joseph Novak en la década de los ´60 como una técnica, y presentado por este autor como una estrategia, un método y un recurso, apoyado en la teoría del aprendizaje significativo de David Ausubel.

Novak y Gowin (1988) definen el Mapa Conceptual como aquél que “tiene por objeto representar relaciones significativas entre conceptos en forma de proposiciones. (…) un recurso esquemático para representar un conjunto de significados conceptuales, incluidos en una estructura de proposiciones.” (p.33) (…) una técnica destinada a poner de manifiesto conceptos y proposiciones” (p.35); o como “un medio de visualizar  conceptos y relaciones jerárquicas entre conceptos” (p.44)

Así podemos decir que el mapa conceptual es la representación gráfica y esquemática de un conjunto de relaciones significativas entre conceptos, jerarquizadas según el mayor o menor nivel de abstracción que presentan.

Se trata de una herramienta poderosa porque “los mapas conceptuales ayudan al que aprende a hacer más evidente los conceptos clave o las proposiciones que se van a aprender, a la vez que sugieren conexiones entre los nuevos conocimientos y los que ya sabe el alumno.” (Novak y Gowin, 1988:41)

Los elementos básicos de los Mapas Conceptuales son los siguientes:
Los conceptos: También llamados nodos, hacen referencia a hechos, objetos, cualidades, etc.; gramaticalmente los conceptos se pueden identificar como nombres, adjetivos y pronombres. Para el caso de los niños preescolares se emplean imágenes que son iconos en cuanto representan a un concepto que ha sido “negociado en su significado” Así por ejemplo, la imagen o dibujo de “un árbol” puede representar a “un bosque” o a “todos los árboles”, es decir, a la clase o concepto “árbol”, y no sólo es la figura de un árbol; en todo caso se trata de “la figura de un concepto”.

Las palabras-enlace: Son palabras que unen los conceptos y señalan los tipos de relación existente entre ellos. Para la aplicación con los niños esto aplica sólo a la hora de lectura, si bien se señala la relación jerárquica conceptual a través de la posición en la hoja o friso y una línea de realción entre imágenes y conceptos. 

Las proposiciones: Están constituidas por conceptos y palabras-enlace. Es la unidad semántica más pequeña que tiene valor de verdad. Y ésta se realiza a la hora de la lectura del mapa realizada por los niños, como parte de la evaluación final de la situación o actividad didáctica del mapa conceptual.

Puesto que los mapas conceptuales representan vínculos proposicionales específicos entre conceptos (incluyendo relaciones jerárquicas), son indicadores relativamente precisos del grado de diferenciación de los conceptos que posee una persona. Para Novak, su elaboración concienzuda, revela con claridad la organización cognitiva de los estudiantes.


David Ausubel, en el epígrafe de su libro Psicología Educativa: un punto de vista cognoscitivo, afirma: “Si tuviera que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría este: de todos los factores que influyen en el aprendizaje, el más importante consiste en lo que el alumno ya sabe. Averígüese esto y enséñese consecuentemente.” (Ausubel, 1980)

Para Novak, Ausubel hizo un aporte fundamental al considerar “las ideas previas” como factor del aprendizaje. Sin embargo, “Ausubel no proporcionó a los educadores instrumentos simples y funcionales para averiguar ‘lo que el alumno ya sabe’. Ese instrumento educativo son los mapas conceptuales: se han desarrollado especialmente para establecer comunicación con la estructura cognitiva del alumno y para exteriorizar lo que éste ya sabe de forma que quede a la vista, tanto de él mismo como del profesor.” (Novak y Gowin, 1988:60)

Y como contienen representaciones exteriorizadas de proposiciones, los Mapas Conceptuales son instrumentos extraordinariamente efectivos para poner de manifiesto las “concepciones equivocadas”, concepciones implícitas o teorías personales[2]. Por ello, Novak considera que “la contribución más significativa de los mapas conceptuales al progreso de la educación resida en la mejora básica de las técnicas de evaluación, en especial las que se aplican a la investigación.” (Novak y Gowin, 1988:42)

Ahora bien, la utilización de los mapas conceptuales no es específica de un nivel educativo, aunque se ha usado más a nivel universitario; sin embargo, su empleo en educación preescolar es reciente, e implica adaptarlos a las capacidades de los niños, tanto en su presentación como en su nivel de complejidad.

En la asignatura de Desarrollo Infantil II, en el Bloque II. “El desarrollo de las capacidades cognitivas básicas en los niños”, se aborda el tema sobre La capacidad para establecer categorías y formular conceptos”. Y al revisar el artículo de María Renée Candia (2001), “¿Se pueden enseñar conceptos en el Nivel Inicial?”, donde justamente trata sobre mapas conceptuales en educación preescolar como estrategia para favorecer el aprendizaje de conceptos, se plantea entonces como reto de observación y práctica de la asignatura el retomar e introducir mapas conceptuales como una estrategia de actividad didáctica en las Jornadas de Observación y Práctica de los alumnos del 2º Semestre de licenciatura.
Los contenidos temáticos conceptuales deverían ser “negociados” con la educadora; sin embargo, se sugirió generar tres mapas conceptuales durante la semana: uno grupal-individual, otro por equipos y finalmente uno realizado de forma individual. También se solicitó iniciar con el concepto de “familia”, puesto que era un tema ya tratado y conocido por cada grupo de niños. Como quiera, hubo temáticas muy diversas: Primavera, dinosaurios, oficios y herramientas, alimentos, animales, etc.
A los alumnos practicantes se les solicitó leer y seguir la propuesta general presentada por Brenes, Jenny; Coto, Ana Sofía; Hurtado, Gloria; Rivera, Ivannia; Rodríguez, Wendy y Vásquez, Cinthy. (2006) “La utilización de mapas conceptuales como estrategia didáctica para la construcción y organización del pensamiento en edad preescolar”, donde presentan cuatro etapas de ejecución, a saber:
• Primera etapa: Exploración del concepto de mapa, por medio de actividades introductorias concernientes al concepto de mapa, con las cuales los niños y las niñas asimilan dicho concepto. Entre ellas están: a) realizar recorridos en su cuerpo de un punto de salida a un punto de llegada, utilizando un dedo, b) Dibujar un mapa de su propia aula. 
• Segunda etapa: Formulación de ideas, sobre un tema antes propuesto por los niños y las niñas. El docente como mediador formula preguntas generadoras que incentivan la participación activa del grupo.
• Tercera etapa: Representación y organización de las proposiciones, las ideas son transformadas en proposiciones, las cuales son escritas de manera visible al grupo; se identifica en ellas los conceptos y palabras de enlace, posteriormente los conceptos son representados gráficamente y éstos sustituyen los conceptos escritos en las proposiciones y se establecen los conectores.
• Cuarta etapa: Construcción del Mapa Conceptual parte de la organización de las proposiciones en el orden que los niños y niñas elijan. Una vez construido el mapa se realiza la lectura completa del mismo en forma individual y grupal, se identifican y construyen las relaciones horizontales o proposiciones de segundo nivel.

La variación introducida por nuestras alumnas en todo caso es respecto de que en lugar de hacer dibujar a los niños, el docente lleva un conjunto de imágenes relacionadas al tema en cuestión y otras que no tienen relación estricta como elementos distractores para que, después de seleccionar y confirmar las imágenes pertinentes, las peguen en el lugar que les corresponde en el mapa, representando así todo ese conocimiento que están expresando verbalmente, y que ahora se concreta por medio de una figura nueva denominada mapa.

Además se les solicitó seguir también las orientaciones metodológicas aplicadas por Beirute, Leda; Brenes, Milena; Cortés, Gabriel; García, Sandra y Meza, Alejandra (2006) donde el docente selecciona un tema de interés de los niños, que puede ser  un tema ya abordado o de eventos de la cotidianidad. El docente siempre juega un papel clave como facilitador y cuestionador del proceso a seguir. Ejemplo: “vamos a conversar sobre…” “¿qué cosas sabemos sobre..?” “¿Qué imágenes vamos a seleccionar y pegar” “¿Qué imágenes no vamos a ocupar?” “¿qué hemos aprendido sobre…?”. Los niños inician su participación recordando la información y conocimientos previos del tema propuesto.

Casi todas las alumnas practicantes pensaban que resultaría una actividad muy dificil de realizar, que los alumnos de preescolar no entenderían nada y, por consiguiente,  no realizarían mapas conceptuales. Sin embargo, como expresarán ellas mismas en otra parte de esta revista, fueron gratamente sorprendidas por los niños. Incluso, para algunas educadoras les llamó mucho la atención las actividades de mapas conceptuales organizadas por las alumnas; señalaron lo innovador de las actividades, porque no se estaba jugando a sólo pegar “imágenes” o “dibujos”,  sino “conceptos”.

Ciertamente, al aplicar esta estrategia como actividad didáctica notaremos un abanico de posibilidades de producción en los niños; evidentemente una producción más acabada según el desarrollo de cada niño. Asimismo, veremos que hay también una mayor producción cuando la tarea es realizada en equipo. Finalmente, podemos dicir como señalan Beirute, L. y otros (2006:4) “Los resultados evidencian la presencia de las etapas del desarrollo de la estructura cognitiva en la elaboración de los mapas conceptuales en niños de edad preescolar.”



Mi experiencia en el uso de “Mapas conceptuales”
como una estrategia didáctica en preescolar
 (alumnas de 1º D, ciclo escolar 2009-2010, ENEP)

8 de junio de 2010
Saltillo Coahuila

En la asignatura de Desarrollo Infantil II hay un tema que trata sobre la enseñanza de conceptos[3] y nos habla de dos estrategias básicas para favorecer el aprendizaje de los mismos por parte de los niños: por rasgos semánticos y por mapas conceptuales. En la Jornada de Observación y Práctica se nos pidió que diseñáramos situaciones de aprendizaje utilizando la estrategia de “mapas conceptuales”  y apreciar los procesos cognitivos referentes a formación y operación de conceptos en el niño de preescolar. A continuación, algunas compañeras del grupo 1º D mencionaremos nuestras experiencias al respecto:


Estephany Martínez :

Al escuchar las palabras “mapas conceptuales” en educación preescolar, lo primero que pasó por mi mente fue: ¿cómo supondrían que llegaremos hacer que los niños realicen mapas conceptuales, si sólo tienen 4, 5, y 6 años? Pensé simplemente que los niños no entenderían cómo hacerlo, o para qué sirve y, por supuesto, que sería una tarea muy difícil para explicar.

Al llegar al jardín y estar con los niños mi idea empezó a cambiar, pues son tan inteligentes, tienen una mente tan abierta y con disposición para aprender algo nuevo; somos nosotros, los adultos, los que subestimamos y limitamos sus posibilidades y desarrollo.

Para comenzar, con el primer mapa de “la familia”, me preguntaba cómo iba a explicar el proceso, si el mapa conceptual es más que nada una “herramienta de estudio” y ahora lo utilizaría para enseñar a los niños a categorizar o subdividir. Sin embargo, el trabajo con el primer mapa fue casi exitoso; no todos los niños entendían lo que trataba de explicar, pero otros más comprendían. Y en cuanto a los distractores (imágenes de perro, gato, televisor, etc.), entendían que ellos no pertenecían a “la familia”, a base de preguntas y cuestionamientos que les hacía.

Con el segundo mapa de los “dinosaurios” (carnívoros y herbívoros), formé equipos y entregué el material, dejándolos trabajar casi por sí solos. Todos iban entendiendo, pues para esto razonaban y comentaban con el equipo. Al final, el mapa fue un éxito.

Para finalizar, el mapa de “los oficios”. Se les entregó las imágenes con herramientas características de diferentes oficios; se les pidió que las observaran, que juntaran las que corresponden a un oficio específico, es decir, con las imágenes de personas con rasgos que identifican a un oficio (electricista, mecánico, plomero, etc.). Los niños empezaron a trabajar de inmediato, y cuando se les dificultaba algo, preguntaban y yo procuraba dar el apoyo, pero sobretodo cuestionándolos para que ellos mismos resolvieran el problema.

Para concluir, no me queda más que decir que los mapas conceptuales sirven de mucho: para nosotras, como alumnas en tanto que es una técnica de estudio y también  para nuestra experiencia docente, ya que representan una estrategia de diseño de actividades para llevar a nuestra práctica; para los niños, pues en ellos también sirve para formar y operar conceptos, reflejar sus pensamientos y así del mismo modo que los conocemos los ayudamos con las categorizaciones o con las jerarquizaciones de la vida diaria. Es una manera distinta de ver y promover proceso cognitivos en los niños.




Lorena Orta:

Al principio llegué a pensar que los niños no entenderían el concepto y lo que engloba un mapa conceptual, pero supieron clasificar  y considerar cada imagen.

Lo más difícil para ellos fue el cómo acomodar, qué cosa era el “concepto general”, pero con una instrucción clara, supieron identificar más rápidamente. El uso de las flechas no lo entendían, pero les expliqué que era una parte fundamental y lo hicieron.
Es impresionante saber que algo que se hace a nivel superior lo pudieron realizar los pequeños.

Gracias a esta experiencia aprendí que los niños “acomodan”, realizan conceptos  a veces de acuerdo a su conveniencia y/o a base de la realidad, poniendo en relieve el concepto más importante y al final el menos. Me di cuenta que es una estrategia para que los niños aprendan más claramente y con mayor facilidad.

Susana García Aguilar:
Cuando me enteré que se propuso la estrategia de mapas conceptuales pensé que los niños no sabrían organizar los conceptos y tenía miedo que no me entendieran.

Al aplicar los mapas conceptuales me di cuenta que no hay que subestimar a los niños, ya que ellos realizan por medio de procesos cognitivos la relación de conceptos.

Aprendí que son capaces de hacer categorizaciones, que el proponerle al niño actividades nuevas y desconocidas los hacen plantearse nuevos retos.

Un método de estudio como son los mapas conceptuales se convirtió en una actividad didáctica ya que hubo aprendizaje, diversión y los niños se mantuvieron ocupados dialogando y analizando cómo relacionarían los conceptos y si todas las imágenes se ocuparían.

Es y será una experiencia inolvidable.


Alina García Rea:
Me gustó que de una manera diferente a cualquier actividad de preescolar, los niños aprendieran  a clasificar nuevos conceptos o ya conocidos.

Puede considerarse un tema no propio o muy difícil para los niños en esta edad, ya que el mapa conceptual es una herramienta para estudios superiores. Sin embargo, nunca dudé que los niños pudieran lograrlo, ya que la manera en que lo aplicamos fue divertida y muy entendible.

En general me gustó y me gustó más la idea que dejé en los niños de lo que es un “mapa conceptual”.

Sarahí Sánchez Eguía:
Fue una experiencia muy fructífera. Ya que los niños categorizaron, razonaron y clasificaron los distintos elementos de cada mapa.

El primer mapa que les apliqué fue el de “la familia”; fue individual y la verdad hubo muy buenos resultados, aunque hubo niños que no entendieron las indicaciones.

El segundo mapa en equipo, y fue el de “la primavera”; ese fue muy bien entendido por parte de ellos, les gustó trabajar en equipo; y a la educadora también le pareció muy buena actividad.

El último fue el de “los medios de transporte”, y fue también muy bien hecho; yo creo que fue así porque ya habían revisado este tema.

Sinceramente, no pensé que este tipo de actividades fueran a llamar tanto la atención de los niños.






Referencias

Ausubel, D. (1980)
Psicología Educativa: Un punto de vista cognoscitivo. México: Trillas

Beirute, L.; Brenes, M.; Cortés, G.; García, Sandra y Meza, A. (2006)  La construcción de mapas conceptuales en edad preescolar. En Cañas, A. y Novak, J. Segundo Congreso Mundial de Mapas Conceptuales. Universidad de Costa Rica. Costa Rica. Consultada 25/04/2010. Disponible en http://cmc.ihmc.us/cmc2006Papers/cmc2006-p99.pdf

Brenes, J.; Coto, A. S.; Hurtado, G.; Rivera, I.; Rodríguez, W. y Vásquez, C. (2006). La utilización de mapas conceptuales como estrategia didáctica para la construcción y organización del pensamiento en edad preescolar. En Cañas, A. y Novak, J. Segundo Congreso Mundial de Mapas Conceptuales.Universidad de Costa Rica, Costa Rica. Consultada 25/04/2010 Disponible en http://cmc.ihmc.us/cmc2006Papers/cmc2006-p194.pdf

Candia, M. R. (2001), “¿Se pueden enseñar conceptos en el Nivel Inicial?”, en 0 a 5. La educación en los primeros años, año IV, núm. 40, octubre, Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas, pp. 70-91.

Novak, J. y Gowin, B. (1988). Mapas conceptuales para el aprendizaje significativo. En  Aprendiendo a Aprender., pp. 33-75. Barcelona: Martínez Roca

Rando, W., y Menges, R. (1991). How practice is shaped by personal theories. New directions for teaching and learning. No. 45, Spring 1991.




[1] SEP (1999) Programa de Estudios, 1er Semestre, Licenciatura en Educación Preescolar /
Estrategias para el Estudio y la Comunicación I y II /
Campo III. La lectura de libros y el manejo de las fuentes de información. Tema : La construcción de un esquema o mapa de conceptos e ideas básicas de un texto. México:SEP
[2] Se les llama teorías implícitas (teorías personales) porque las personas no están conscientes de ellas la mayor parte del tiempo, sino hasta que enfrentan alguna dificultad o se les pide que las expliciten (como en un mapa conceptual). Las teorías implícitas son las lógicas con que los individuos comprenden los eventos que perciben, y que guían las acciones de su propia conducta en el mundo (Rando y Menges 1991).

[3] Candia, María Renée (2001), “¿Se pueden enseñar conceptos en el Nivel Inicial?”, en 0 a 5. La educación en los primeros años, año IV, núm. 40, octubre, Buenos Aires, Ediciones Novedades Educativas, pp. 70-91.

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