viernes, 3 de noviembre de 2017

Lenguaje y Escritura en el Niño Sordo *


Lenguaje y Escritura en el Niño Sordo *

*Artículo publicado en la Rrevista HORIZONTES, editada por la Escuela Normal Regional de Especialización del Estado de Coahuila, verano de 1988.

por Salvador Villarreal
salvadorvglz@yahoo.com.mx
Saltillo, Coahuila, 1988

Después de saber algo o mucho de cómo es el proceso psicogenético de la escritura, de la lengua escrita en el sujeto oyente (1), un paso natural de la investigación es el de abordar éste estudio en condiciones patológicas y descubrir el proceso constructivo que el niño sordo realiza en tales circunstancias.

Surgen muchas preguntas. ¿Será igual o diferente el proceso constructivo ya conocido que realiza un niño oyente? ¿En qué se diferenciaría? ¿Cuál sería su ruta evolutiva o vector de desarrollo? ¿Cómo es que el niño sordo pasa de un nivel a otro? ¿ A qué consideraciones pedagógicas conducirían éstos planteos ? ¿Qué similitudes y diferencias habría entre éstos planteos y los que ya se han elaborado en el caso de la enseñanza de la lengua escrita para el niño oyente? ¿Qué aportes de experiencias pedagógicas y didácticas hay al respecto? ¿Cómo abordan el problema? ¿Qué nos conducen a reflexionar?


Bien sabemos que en el niño, la pérdida profunda de la audición conlleva a un bloqueo en la adquisición y construcción de su lengua oral (2); por lo que dicha pérdida ocasiona una patología del lenguaje, una desviación que conduce a una ruta de vida que limita posibilidades de desarrollo para el sujeto: la sordera, que imposibilita la adquisición de un lenguaje oral y de toda la experiencia y conocimiento social que se vehiculiza por éste sistema de relación y comunicación social humana.


No cabe duda que el sentido auditivo, además de otras funciones, juega un papel básico para la construcción (adquisición) de un sistema de comunicación único y singular de nuestra especie: el lenguaje verbal. La patología así lo muestra, porque ¿cómo explicar que la simple ruptura del circuito de aferentización y reaferentización auditiva cause tanto daño en el niño? Tal parece que en esto mucho tiene que ver (u oír) el carácter de la substancia sónica (fónica) de que están constituidos los signos que operan en una lengua oral ( o en un lenguaje verbal) y que se realizan como "sonidos de la lengua" en y por el habla. La patología también muestra el compromiso de los circuitos de aferentización y reaferentización motora para su constitución y realización plena. 


Destacando el papel fónico del lenguaje, R. Jackobson (3) ha señalado que para los sujetos oyentes, los movimientos articulatorios o de retroalimentación motriz del lenguaje, no  resultan ser los intermediarios entre los estímulos acústicos y la percepción del habla, no resultan una condición indispensable para la identificación y discriminación de los mensajes verbales.


Y sin embargo, siendo el niño sordo "refractario" a la substancia sónica (fónica) en tanto que le resulta "inobservable", al menos directamente, no le queda otra más que valerse de los movimientos articulatorios como "intermediarios" u "observables", percibidos como una notificación óptica de la expresión oral de otro sujeto o como expresión propioquinestésica de su aparato fonoarticulador, para con ello conseguir construir un sistema de comunicación equivalente al lenguaje oral; pero de ésta manera los signos con que opera serán de otra naturaleza, de otra substancia, de naturaleza visual-propioquinestésica. 

Ahora bien, el hecho de que el niño sordo no logre asimilar y construir un lenguaje oral no significa que carezca de un lenguaje o sistema de comunicación. De hecho el "lenguaje natural" que construye y desarrolla el niño sordo es un lenguaje mímico-gestual y no fónico-auditivo. J. Piaget y B. Inhelder (4) consideran que, en el caso del niño sordo, éste realiza un lenguaje gestual que puede llegar a constituirse en una forma independiente y original del desarrollo de su función semiótica.


Por otra parte, y en contra de las opiniones más comunes, algunas investigaciones  han mostrado que la cognición en los niños sordos no resulta tan diferente a la de los niños oyentes. E. H Lenneberg, P. Oleron,  H. G. Furth (5), por ejemplo, consideran que las diferencias encontradas entre niños sordos y niños oyentes son casi siempre superables y que el problema fundamental no radica en la sordera en sí - como ya lo había dicho L.S. Vigostski (6) -, sino en la impronta que deja la vida social del niño, donde el problema de la incomprensión juega un papel dominante. Muchas de las diferencias encontradas responden más que nada a una inadecuada experiencia social que en parte queda determinada por la privación del lenguaje verbal, pero mucho más por el trato social que reciben.


Así pues, el estudio de la escritura del niño sordo nos coloca de entrada en un campo especial de la investigación, el de los psiopatológico, pero también nos conduce a una reflexión sobre el campo de educación en que se inscribe como sujeto de educación especial. Es decir, la investigación debe conducir por una parte a un replanteo del conocimiento teórico del que se tiene como proceso psicogenético de la escritura y del desarrollo evolutivo del niño sordo; y por otra, hacia una elaboración de nuevas formas de trabajo pedagógico y didáctico, así como un replanteo de la conceptualización e implementación de los principios de "normalización" e "integración", que como directrices de la política educativa operan en la educación especial de estos niños.

Parece evidente que el niño sordo se enfrenta a la escritura de una manera muy diferente a como lo hace el niño oyente, éste aborda la escritura sobre la base de las construcciones lingüísticas y metalingüísticas elaboradas en la misma adquisición del lenguaje hablado, mientras que el niño sordo lo hace más sobre la base de las construcciones simbólicas elaboradas en el proceso constructivo de su lenguaje natural mímico-gestual.

Cabría entonces preguntarse ¿hasta qué punto reencontraremos en el niño sordo un proceso constructivo similar al que sigue el niño oyente respecto a la escritura?
....continuará...


Referencias

1. Sobre todo, los aportes de las investigaciones realizadas por Emilia Ferreiro y colaboradores, no sólo inauguran un nuevo campo de estudio para la psicología genética, sino que además convalidan a la escritura como un objeto de estudio y conocimiento. Investigaciones que se han realizado en niños de preescolar, en niños escolares y hasta en adultos analfabetas, pero siempre en sujetos oyentes, o normo oyentes. Cfr.:

Ferreiro, E. y Teberosky, A.: Los sistemas de escritura en el desarrollo del niño.  México: Siglo XXI, 1979. 

Ferreiro, E.: “Los procesos constructivos de apropiación de la escritura” en: E. Ferreiro y M. Gómez Palacio, Nuevas perspectivas sobre los procesos de lectura y escritura. México: Siglo XXI, 1982. 


Ferreiro, E.; Gómez Palacio, M. y colaboradores, Análisis de las perturbaciones en el proceso escolar de aprendizaje de la lectura y la escritura. México: Dirección General de Educación Especial, 1982. (5 fascículos).  


2. Y tanto más profunda, cuanto más temprano se instale la pérdida auditiva y cuanto más severa sea su patología. En adelante se hablará del niño sordo haciendo referencia al niño que ha sufrido una pérdida auditiva profunda y temprana, estando no ligada o asociada a ninguna otra condición o alteración patológica. Cfr. 

Lenneberg, E. H. Fundamentos biológicos del LenguajeLa adquisición del lenguaje en los sordos congénitos, Alianza Editorial, Madrid, 1975,  pp. 358-365.

3. Cfr. Jackobson, R. "El papel de los elementos fónicos en la percepción de la palabra"; en Nuevos Ensayos de Lingüística General. Siglo XXI Editores, México, 1976, pp. 187-189.

4. Cfr. Piaget, J. e Inhelder, B. Psicología del niño. Morata Editores, Madrid, 1969, pp. 88-89

5. Cfr. Oleron, P. La sordomudez. Fabril editor, Libros de Marisol, Buenos Aires, 1962

Lenneberg, E.H. Fundamentos biológicos del Lenguaje, Alianza Editorial, Madrid, 1975.

Furth, H.G. Pensamiento sin Leguaje: implicaciones psicológicas de la sordera. Editorial Marova, España, 1981.


6. Vigotski, L.S.  Principios de la educación de niños con defectos físicos. En: Vigotski, L.S. Obras Escogidas. Tomo V, Fundamentos de Defectología. Ministerio de Educación, La Habana, 1987.


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